sábado, 18 de julio de 2009

PRIMERA PARTE 1938-1948. CAPÍTULO 16º: "Solo ante el futuro"

En Septiembre de 1944 me había desplazado a Sevilla para examinarme de ingreso en Bachiller junto con varios de mis compañeros de clase, con la diferencia de que ellos iban acompañados de su familia y yo absolutamente sólo. Al tiempo de salir para la estación del ferrocarril, Don José, mi Maestro, al tiempo que apretaba cariñosamente su mano derecha sobre mi cuello, me decía casi al oído susurrando: “venga Federico tú vas bien preparado y eres capaz. Volverás aprobado ¡Suerte!”. Efectivamente, así fue y también gracias a mi tenacidad, pues cuando yo vi aquél inmenso edificio que era y es el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza San Isidoro de Sevilla, me quedé atónito y triste al verme tan sólo, mientras mis compañeros tuvieron a sus familiares en la puerta del aula hasta el mismo momento de entrar a examen. Ahí empezó mi coraje en luchar por aquello que me proponía y cambiar de una vez mi situación. Sólo estudié el primer curso y como las circunstancias económicas no lo permitieron ni siquiera pude presentarme a los exámenes en el referido Instituto. Recuerdo el gran disgusto que teníamos todos, principalmente mis padres, mi Maestro y yo. Mi padre me dijo: “hijo sé la gran ilusión que tienes por estudiar, yo también, pero me es imposible poder costearte una pensión en Sevilla, así que habrás de esperar a cumplir los dieciocho años para poder alistarte voluntario en el Ejército y a partir de esa situación ya todo dependerá de ti. Ante esta circunstancia tuve que empezar seriamente mi aprendizaje en la Barbería. Anteriormente sólo era a ratos y para que me fuera acostumbrando.

4 comentarios:

  1. Un pellizco en el estómago, un sentimiento guardado, una emoción lejana y una soledad eterna he sentido al leer su pequeño texto.

    También me vine a Sevilla, sin apoyo y sin dinero. Estuve sin rumbo durante unos años, hasta que aprendí que la soledad te invita a sobrevivir entre un centenar de personas, de circunstancias y vivencias que o sales de ellas, o mueres de pena.
    Pero yo quise vivir, que de morir siempre hay tiempo.

    Me dí cuenta muy tarde que mi afición y debilidad por la escritura era un remedio para mi mundo interior y así entender al exterior. Dios mediante, el camino del medio, un mundo que no logro encaminar.

    Ahora este camino de escritora, no sólo quiero soñarlo, sino transmitirlo de lo más íntimo de mi ser y así poder compartirlo; soy anónima, pero con una fuerza interior impresionante.

    Todo llegará.

    Encantada y felidades, ha sido un placer.

    ResponderEliminar
  2. Y las palabras nuevas, ¿ cuándo llegan a tu blog?.

    Además de ese precioso poema de " Horas tristes ", faltas tú.

    Un beso Federico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola poetisa. Abrí el blog, mejor dicho me lo abrió un nieto, pues de ests tecnología se poco. Inconscientemente lo abandoné. Ahora que quiero darle vida lo he abierto y al ver tu último comentario, me ha hecho ilusión contactar contigo. Mándame tus últimas cosas, que seguro serán preciosas. Si te parece podriamos intercambiar. Siempre me ha interesado mucho lo que publicas. Un fuerte abrazo. Federico

      Eliminar
  3. Muchas gracias por ese comentario tan cariñoso, sobre mis modestas palabras escritas. Un abrazo, amiga.

    ResponderEliminar