jueves, 12 de marzo de 2009

PRIMERA PARTE 1938-1948. CAPÍTULO 8º: "Juegos de la infancia 1"


Los niños, disfrutábamos jugando a la pelota, al marro, la billarda, la pinchaera, con los aros de hierro, que gracias a nuestros padres nos hacían en la herrería; a la Piola, a la Banderita y a muchos juegos más. La pelota ya sabemos todos que se refiere al fútbol, traído por los ingleses que explotaban las minas de Río Tinto en la provincia de Huelva, también en la de Sevilla, concretamente, Minas del Cerro del Hierro en la villa de San Nicolás del Puerto. Nuestros amigos los "maruchos"(gentilicio). El marro era un juego que consistía en cogerse de la mano todos los participantes menos uno que era "el castigado", a veces escogido al azar y otras por orden del más "mandón" (casi siempre Enrique Vargas, hoy, con todo mi cariño y respeto).Todos "enfilaban hacia el castigado" cogidos de la mano y formando una sola hilera a lo ancho de la calle, y si este, era capaz de burlarlos antes de llegar a la barrera señalada previamente, pasando al lado opuesto, se libraba. Sorteándose a quien le tocaba de "nueva víctima". A veces este juego o similares, (nunca el fútbol) se ejecutaba mixto, o sea, chicos y chicas. Los demás juegos, creo que son más conocidos, por ello paso de explicarlos.

2 comentarios:

  1. He jugado al marro y "al aro", pero también al "pañuelo", a "palo, monta y calla", a la "luz", a la "taba", al "cinto escondido", al "cirio", a "la lima", a "pídola", al "hilo cortado", a la "trompa o peonza", a las "bolas o canicas", a los "santos", a las "chapas"... y también he tenido un tirachinas que nunca se me caía del bolsillo.

    Gracias por refrescarme la memoria.

    Un abrazo.

    Antonio

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  2. Estimado Federico,
    En primer lugar quiero presentarme de nuevo, soy Juan Castro Fuertes,vecino de la calle Betis, amigo de Ricardo Mena, Ricardin en sus agradables Memorias.
    Solo quiero agradecerle enormemente sus amables palabras para conmigo en nuestra pasada conversación telefónica.
    Me encantaría, que quizas después de este tiempo de calores, pudiéramos vernos personalmente para expresarle mi agradecimiento.
    Despedirme felicitándole por sus Memorias de Aprendiz y por la excelente elección musical.

    Saludos.

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